Isabel ha seleccionado algunos textos de las ponencias del III Encuentro:
Jordi Borja..- "¿Qué ciudades?"
“En una estadística europea citada por Marta Román, en el año 1971, en Alemania y Francia (son datos extrapolables a España), el 80 % de los niños de 7 a 9 años, y el 90 % de los de 10 y 11 años, iban a la escuela solos. En la actualidad, sólo van solos a la escuela el 9 % de los niños de 7 a 8 años, el 30 % de los niños de 9 años, y el 50 % de los niños de 10 años. Este dato reafirma las dificultades existentes para conocer la ciudad.”
“No se distingue muchas veces si un espacio está reservado a los niños o a los perros, a veces los espacios se confunden, y este fenómeno no ocurre sólo en España.”
“…se pierde la calle, se pierde la ciudad como espacio público, la calle se especializa y se convierte a los niños no en personas libres, sino más bien en personas en cautiverio permanente.”
“La idea de que la ciudad tiene que ser guiada por el mercado es el peor disparate que se ha inventado. /…/Lo que hace el mercado es fragmentar la demanda para dirigirse a las ofertas más solventes, o lo que es lo mismo: privatizar la ciudad.”
“Ahora, se aceptan las dinámicas del mercado y la segregación social y, con ello, los niños y los jóvenes quedan fuera de lugar. Los niños se socializan mal porque hay un doble discurso: o eres un niño cautivo, o un joven peligroso”
“Si hay un colectivo social que no tiene voz es porque es débil.”
“Que los niños tengan capacidad de denuncia, que los adultos puedan también tener miedo de los niños y no solamente los niños de los adultos./…/ Los niños necesitan poder político.”
Francesco Tonucci.- "¿Qué niños?"
“Estamos hablando de una infancia separada, cautiva, encerrada, una infancia acompañada, defendida, una infancia que no puede explorar, descubrir, maravillarse…porque no puede jugar.”“No se distingue muchas veces si un espacio está reservado a los niños o a los perros, a veces los espacios se confunden, y este fenómeno no ocurre sólo en España.”
“…se pierde la calle, se pierde la ciudad como espacio público, la calle se especializa y se convierte a los niños no en personas libres, sino más bien en personas en cautiverio permanente.”
“La idea de que la ciudad tiene que ser guiada por el mercado es el peor disparate que se ha inventado. /…/Lo que hace el mercado es fragmentar la demanda para dirigirse a las ofertas más solventes, o lo que es lo mismo: privatizar la ciudad.”
“Ahora, se aceptan las dinámicas del mercado y la segregación social y, con ello, los niños y los jóvenes quedan fuera de lugar. Los niños se socializan mal porque hay un doble discurso: o eres un niño cautivo, o un joven peligroso”
“Si hay un colectivo social que no tiene voz es porque es débil.”
“Que los niños tengan capacidad de denuncia, que los adultos puedan también tener miedo de los niños y no solamente los niños de los adultos./…/ Los niños necesitan poder político.”
Francesco Tonucci.- "¿Qué niños?"
“Considerado como un futuro ciudadano, el niño no es titular de derechos; mañana los tendrá.”
“La Convención de Derechos del Niño habla de un niño ciudadano, titular de derechos desde siempre, que desde el primer momento y a cada instante de su vida tiene derecho a ser el niño que es. En otro sentido, el niño futuro ciudadano es un niño que no preocupa, ya que va a ser igual que nosotros. Pero el niño de hoy es un niño ajeno, totalmente distinto a nosotros. Aceptarlo significa estar dispuesto a un diálogo muy complejo.”
“¿Qué ha pasado para que un niño no pueda salir de su casa?”
“La ciudad ha perdido su sentido de lugar público.”
“La movilidad urbana es un tema que afecta mucho a los niños porque no les permite salir de casa, buscar un amigo y salir con él.”
“Una diferencia fundamental entre los niños de hoy y los de ayer, es que los niños de hoy tienen padres siempre presentes, padres que garantizan su presencia permanente a través de una serie de sustitutos que son el maestro, el instructor, el catequista… En la vida de un niño de hoy es imposible que haya un momento en el que esté fuera del control adulto/…/ un momento en el que buscar la aventura, el riesgo, maravillarse, probar. /…/Esto produce en el niño unas ganas de probar cosas, una acumulación de deseo de riesgo que explotará el primer día que tengan la libertad que no podemos impedir”.
“Muchos adultos creen que dotar a los niños de derechos es hacerlos más presuntuosos. Yo no lo creo /…/desde que estoy dando estas armas a los niños, conciencia de que tienen derechos y el deber de defenderlos, nunca he notado una actitud presuntuosa y, en cambio, sí voy notando que va creciendo un sentido de ciudadanía, de responsabilidad.”
Enrique Gil Calvo.- "Por una nueva ciudadanía"
“Donde se produce el inicio del proceso de emancipación de los menores es cuando están jugando entre ellos, esa adquisición de las habilidades morales para relacionarse activamente unos con otros, para reconocer a los otros y aprender ese principio de reciprocidad, que según como yo lo entiendo, es la regla de oro de la nueva ciudadanía y se da en el terreno del juego /…/ y es ahí donde tienen que aprender la regla de oro del principio de reciprocidad: que hay que respetar los derechos ajenos.”
“A ser ciudadano no se aprende tanto obedeciendo a tus padres, interactuando con tus padres o con tus maestros, sino sobre todo, interactuando con otros niños y niñas en el campo de juego.”
“Hay que abrir el terreno de juego fuera de la escuela, fuera de los patios de colegio y extenderlo a la ciudad, que la ciudad sea una escuela de ciudadanía, para lo cual hay que convertirla en un terreno de juego donde los menores puedan aprender a respetar los derechos ajenos como regla de oro de la ciudadanía moderna o potmoderna.”
“La educación moral de nuestros hijos se está haciendo en los centros de consumo postmoderno, aunque sea el consumo de arte, museos espectáculo tipo Gugegenheim, o museos del consumo, como los centros comerciales/…/ esta especie de fetichismo del consumo y de las marcas que seducen a los niños crean una relación individualista, cerrada, entre el niño y los objetos que consume, no interactiva./…/ Nuestras ciudades se están transformando en parques temáticos de consumo segregados por barrios.”
“La ciudad debería quedar encantada como un campo de juego donde puedas establecer y reforzar relaciones interactivas con otros niños diferentes, donde puedas establecer relaciones de reciprocidad, para recrear esta regla de oro del juego cívico, infantil y deportivo, que es respetar los derechos ajenos.”
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